El compromiso de liderar éticamente.
Los acontecimientos actuales suponen consecuencias sociales, medioambientales y económicas y por tanto afectan de forma decisiva al sector del deporte.
Hoy, como “conductores” del deporte, no podemos “aislarnos” o minusvalorar nuestras posibilidades, siendo meramente espectadores o administrar los recursos que disponemos como contables, muy al contrario: debemos a afrontar con nuestro equipo y recursos, ante las personas que influimos, deportistas, usuarios, alumnos, los retos éticos y morales frente a lo que nos inunda, y eso va más allá…cambiar nuestra actitud.
Debemos concienciarnos como directivos del deporte, adoptando una dimensión global, atendiendo los Objetivos de Desarrollos Sostenibles (ODS).
Nuestra conducción actual y futura del deporte debe contener primordialmente valores éticos y morales, como fundamental aportación ante las graves necesidades y trasformaciones. Eso significa comprometernos a dar un paso adelante para liderar estratégicamente mediante valores humanos y recordar que:
“El verdadero éxito es el que se consigue sin renunciar a tus principios”
Liderar éticamente es una gran responsabilidad y es imprescindible que asumamos nuestro rol y compromiso, ante una sociedad que muestra en aceleración, graves deficiencias y desigualdades y que pone a los valores y la vida en peligro, donde vale más el producto que la vida.
ESTABLECER TU MODELO DE LIDERAZGO
Ante la selva de las teorías sobre el liderazgo como nos decía Harold Koontz, las teorías abundan desde la noche de los tiempos, los grandes héroes históricos, sus épicas y logros inundan la historia y la percepción que sus contemporáneos han tenido de ellos, su carisma, su personalidad, su fuerza, su inteligencia…
Primero debemos asumir que liderar es dirigir personas y esto es una tarea extremadamente difícil e implica poseer diversas cualidades y aplicar diversas habilidades y conocimientos empresariales, sociales y personales. Tratar con personas, es sumergirte en un basto océano donde debes bregar con sus características, necesidades e intereses, en una situación en constante transformación.
Dirigir bien a las personas, en el entorno actual, es reto excepcional
Una gran preparación, paciencia y visión podrán ayudarte a convertirte en un verdadero líder, siempre y cuando realmente desees convertirte en uno.
Antes de iniciarte a liderar y seguir, debes hacerte esta pregunta:
¿Quieres realmente liderar o piensas que mejor es administrar lo que otros te proponen?
Si la respuesta es que quieres liderar o mejorar tu liderazgo, a continuación se expone el método que atiende a clarificar el proceso evolutivo para aplicar eficazmente el desarrollo de tu modelo de liderazgo.
TIENES LAS CUALIDADES PARA SER LÍDER: ¿EL LÍDER NACE O SE HACE?
Un verdadero líder es un guía para sus empleados o colaboradores, ganándose la autoridad por su hacer, desechando el mando que dicta desde el poder.
Los que lideran se distinguen por la confianza que muestran en sí mismos, su ambición y energía, la empatía y el compromiso, también por su sinceridad, integridad e interés en ayudar a los demás a tener éxito (ADN?)
No obstante, también son muchos los expertos que afirman que los buenos líderes se hacen con la experiencia.
De hecho, resulta determinante la formación que la persona va adquiriendo y la experiencia que va acumulando a lo largo de su carrera, enfrenándose a diferentes problemas y retos.
Sea de una u otra forma…o la conjunción de nacer y hacerse, la manera que se irá forjando el carácter del liderazgo, será a través de asumir responsabilidades, administrar eficientemente su tiempo y el de su equipo, solucionando problemas y tomando decisiones.
“No hay líder que no haya nacido con cualidades, ni líder sin experiencia en el duro combate”
Pero no es aconsejable acometer nuestro liderazgo de forma anárquica, sin planificación o método, por eso es preciso establecer un modelo a seguir para ejercer tu liderazgo.
GUÍA PARA ESTABLECER TU MODELO DE LIDERAZGO
Generalmente ante las diferentes teorías, opiniones y tratados del liderazgo, se produce una dispersión de fuentes y erudiciones… propuestas que hacen difícil concretar el proceso de cómo debemos actuar para liderar eficazmente y aplicar nuestros conocimientos y habilidades de forma apropiada a las necesidades de nuestra organización y su entorno.
Por ello, establecer un modelo que pueda desarrollar eficientemente tu liderazgo, atendiendo a los distintos factores de tu marco de actuación, que sea suficientemente claro, observe y potencie tus cualidades y características personales para guiarte hacia el éxito. Este es el objetivo del modelo metodológico de iLíder©
El motivo del desarrollo del método iLíder©, busca “conducir” de forma efectiva al responsable, directivo o gerente en su camino hacia su liderazgo exitoso, para ello se articulan mediante una guía evolutiva que se faculta en 10 bases sucesivas, consolidándose paso a paso y retroalimentándose con la información, los factores y elementos que el proceso va incorporando en sus etapas o bases.
Las 10 bases del proceso son:
- PERFECCIONAR… PERFIL Y CUALIDADES
- INVESTIGAR… MARCO DE ACTUACIÓN
- ESTABLECER… VISIÓN Y ESTRATEGIA
- COMUNICAR… RAZÓN Y OBJETIVOS
- GESTIONAR… CAMBIOS
- DIRIGIR… PERSONAS
- CREAR… EQUIPO Y DELEGAR
- NEGOCIAR… CONTINGENCIAS
- CONTROLAR… RESULTADOS
- CONSOLIDAR… METAS ALCANZADAS
Por doquier que encuentres crecimiento en la naturaleza, encontrarás los números de Fibonacci, desde la más diminuta flor hasta las galaxias o el propio ser humano, como Leonardo da Vinci nos muestra con el Hombre de Vitruvio o Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano.
La secuencia de Fibonacci es además la prima matemática del número áureo, un número que ha obsesionado a la cultura humana durante miles de años.
Con esa fórmula de presentación evolutiva y secuencial, vamos desde el origen personal a investigar el entorno y conocer nuestra organización y sus prioridades, desarrollar nuestra visión y estrategia, establecer los objetivos, nuestra comunicación, la gestión del cambio, como dirigir a tu equipo y como delegar, negociar las contingencias, controlar resultados, consolidar los logros…cuestiones que entienden de la necesidad de perfeccionamiento y mejora de nuestras cualidades y perfil personal, construyendo el proceso desde este origen, e ir consolidando el modelo personal para actuar eficientemente como líderes.
Así partimos y desde nuestro interior, vamos a ir evolucionando hacia afuera, como hace en la naturaleza, los pétalos de las flores, las plantas y arboles, las galaxias o el desarrollo del caracol que integra esa figura que va creciendo y ampliándose en sucesión en espiral.
El método ha desarrollar no es lineal, sino que la sucesión de bases se retroalimenta para ser lo más efectiva posible interactuando, recogiendo información e las incidencias situacionales de las otras bases en formación y que así puedan estar lo más dotadas posibles en una sincronía eficaz y perfeccionamiento del liderazgo y sus resultados.