5 ejercicios para controlar el estrés, según el «coaching».
1. Aprende a respirar para regularte en cualquier circunstancia
Sí, respira. Alan Watts, el gurú de la vida zen de los años 70, decía que gran parte del secreto de una vida feliz consiste en aprender a respirar adecuadamente y en reír todo lo que se pueda. Así que hagamos caso al maestro Watts, ahora, aquí en este mismo instante. Toma aire por la nariz lo más profundamente que puedas (estoy esperando a que empieces). Muy bien. Ahora exhala por la boca todo lo profundamente qué puedas.
¿Qué tal? ¿No ha funcionado y sigues igual? Repite nuevamente inhalando de nuevo todo lo profundo que puedas. Recuerda meter aire por la nariz, exhalar por la boca, y repetir hasta 10 veces esta secuencia. ¿Qué aún así no funciona? Sigue repitiendo el ejercicio pero ahora cuanta mentalmente los segundos que usas para inhalar y exhala también contando.
2. ¿Quieres hacer lo mismo y cansarte menos? Deja que tu cuerpo se relaje
Estira un momento tus brazos hacia atrás; toma aire y luego suéltalo. Recuéstate un instante en tu silla, cierra los ojos y piensa en algo que te relaje (tu última visita a la playa, tu canción favorita, la mejor fiesta de tu vida con amigos).
¿Qué tal? Mejor, ¿no? Puedes hacer esto tres veces al día por 5 minutitos en cada ocasión y después volver a tus cosas.
3. Deja de echarle la culpa a tu jefe
Ya está. Todos sabemos que tu jefe no es la mejor persona del mundo, nos lo has contado un millón de veces. ¿No te das cuenta de que cada vez que repites tu terrible historia tu cerebro la recrea una y otra vez con todo lujo de detalles y vuelves a sentir la misma frustración y cólera que la primera vez y a además generas más hormonas del estrés de las que después deberás deshacerte? ¿No te sientes agotado? A ver, una cosa es desahogarte lo cual es muy necesario, otra bien distinta es convertir la crítica en el centro de tu vida. Si no soportas a tu jefe, deja el trabajo y punto. Y si no es tan grave deja de hacerte daño a ti mismo.
4. Deshazte de las personas que te quitan energía
Seguro que en todos los libros de autoayuda que has leído te lo dicen. Yo te lo voy a volver a repetir porque es una de las cosas que más pesan a la hora de generar estrés del que yo llamo colateral. Reubica o saca de tu vida a todas aquellas personas que te quitan ilusión, ganas de hacer cosas, que te dicen que no se puede, que emocionalmente te sientan mal. Y digo reubica porque muchas veces algunas de esas personas que nos sientan mal son familia o personas muy cercanas de la que no te puedes deshacer. Pero salvo esas excepciones, si la cosa no funciona cambia de entorno, así de sencillo. Tú eres el único responsable de elegir a la gente que te rodea y escoger a aquellos que te aportan bienestar y no tensión. El punto aquí es que busques gente que te aporte y que seas capaz de crear un núcleo personal que te recargue, en la que puedas confiar en tus momentos difíciles. Está demostrado que aquellos que cuentan con un núcleo cercano sólido viven más años y sufren menos por estrés.
5. Disfruta de la naturaleza
“Es que vivo en la Ciudad de México”, “Es que no tengo tiempo”. Blah, blah, blah. Queda claro.
Si de verdad es imposible darte una vuelta por el campo de vez en cuando o irte a un parque a pisar un poco de verde, lo que puedes hacer es crear ambientes agradables en los sitios en los que pasas la mayor parte de tu tiempo. Habla con tu compañero de trabajo que es un conocedor del feng shui y pídele que te organice un poco tu oficina con algunos toques orientales.
Si eres capaz de hacer estos cinco ejercicios a diario durante un mes te garantizo que tus niveles de estrés se van a reducir drásticamente.